Teresa pon la mesa apuesta por un servicio de calidad, con un concepto hand made, todo casero y una presentación pensada para potenciar la imagen del cliente. Buscamos que haya un feed back, basado en una experiencia positiva y para ello tenemos que esforzarnos en ofrecer lo que el cliente busca.
La propuesta para este caso es la siguiente, para 40 pax:
- Magdalenas de naranja caseras
- Mini brioche a la plancha
- Inglesitos con jamón de york y mantequilla
- Bolitas de paté con mermelada de arándanos
- Brochetitas de queso de oveja y uva morada
Por supuesto: café, leche e infusiones.
¡Prometo subir fotos el jueves!
Así que, como veis, esta semana se plantea con mucho trabajo; lo mejor que tiene es que es todo para mí, la verdad es que da gusto trabajar para uno mismo y no te enfada tener que abrir el ordenador en domingo o documentarte, buscar fuentes y hartarte de leer para adquirir más conocimientos y distintas visiones.
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| Hay que adecuar rincones de casa para el trabajo |
Pero bueno, algo que no cesa nunca es mi actividad en la cocina. Como sabéis tengo ahora entre manos un libro de cocina que no sólo busca la creación gastronómica sino también el aprovechamiento de sobras y estoy potenciando cada vez más mi capacidad creativa a la hora de cocinar nuevos platos a partir de alimentos que han sobrado de otras comidas.
Ayer mientras preparaba la cena miré en la encimera y vi el jarrón transparente repleto de manzanas. "Estas manzanas se van a poner todas malas" pensé. Hay como 9 manzanas pequeñas que va a ser difícil ir consumiendo sin que ninguna llegue a pocharse. Se me ocurrió hacer mi socorrida compota de manzanas, pero quería algo más novedoso.
¿Por qué no hago una crema de manzana? Cómo si fuera de calabacín, pero de manzana. Seguro que queda muy rica y hoy justo no tenemos primer plato. He pensado la receta, pues eso, como si se tratara de una crema de verduras cualquiera. Primero pochando unas cebollas, añadiendo el ingrediente, con caldo, leche o nata y listo.
¡Es un experimento total! Como quede bien desde luego, vaya un plato sano y socorrido. No sé a vosotros, pero a mí siempre se me estropean las manzanas...y eso que duran mucho. Esto se llama una cocina apañada, con un buen aprovechamiento de sobras (si se le puede llamar sobras) o de frutas y vegetales in extremis.
Voy a ir probando esta receta....
Creo que necesitaremos:
- 3 cebollas
- 1 puerro
- 6 manzanas golden
- Caldo de pollo o avecrem
- Chorreón de vino (opcional)
- Nata líquida o leche
- Sal y pimienta
Guarnición:
Jamón serrano a taquitos pasado por la sartén (un toque salado para un plato dulce y cremoso). Crunchy crunchy...
¡Espero que resulte rico! El procedimiento es el de siempre.
Ponemos a derretir un poco de mantequilla y un chorreón de aceite. Ya sé que la mantequilla no es muy saludable, pero que queréis que os diga, todo sabe riquísimo cuando cocinamos con ella y aunque sea un pelín aporta otro sabor.
Voy a hacer un inciso para hablaros de mis mantequillas favoritas. La verdad es que en España no hay muchas mantequillas. León, Soria y Burgos creo que son las pocas provincias en las que podemos encontrar una buena mantequilla hecha en España. Personalmente sólo he probado las sorianas y la verdad es que están de muerte; os recomiendo Mantequerías York y Cañada Real, están realmente deliciosas, podéis adquirirla aquí. También podéis organizar una excursión por la provincia, que no está nada mal.
Otras mantequillas a las que rindo especial devoción son las portuguesas. Para mí las mejores marcas y con las que siempre arramplo en los supermercados portugueses cuando voy son: Primor y Mimosa. Qué nombres más bonitos ¿verdad? Cuando vayáis a Portugal traeros un buen cargamento, yo las congelo y así tengo para varios meses. Tengo entendido que en los supermercados El Jamón (sólo los he visto en Andalucía) venden algunas de estas marcas y, probablemente en El Corte Inglés las haya o en la sección de alimentación internacional de Hipercor.
Volvemos a la receta:
Cuando la mantequilla se haya derretido añadimos la cebolla cortada en trozos menudos, mezclamos bien con la mantequilla y añadimos el puerro. Deberemos tenerlo en el fuego unos 10 minutos, vigilando que no se queme ni se tueste demasiado. Cuando haya adquirido esa textura transparentosa, añadimos la manzana en trozos pequeños y mezclamos bien con la cebolla y el puerro.
Rehogamos unos minutos y añadimos el caldo de pollo o la pastilla de avecrem con medio vasito de agua. Removemos bien y tenemos en el fuego hasta que la manzana se haya reblandecido.
Retiramos del fuego e incorporamos la leche o la nata. Podéis poner mitad y mitad. A mí me gusta más la leche; la nata es muy pesada y, además, engorda más; si bien es cierto que aporta mayor cremosidad la nata. Una solución: añadir leche y cuando hayamos batido, ponemos un chorreón nata para darle ese toque.
Batimos a velocidad rápida con la batidora para que adquiera esa textura de casi emulsión; corregimos de sal y pimienta y listo.
Creo que esta crema se puede tomar tanto en invierno caliente, como en verano fría.
Antes de servir y tomar, pasamos por la sartén bien caliente y sin aceite unos taquitos de jamón serrano (o beicon) y decoramos los platos con esta guarnición.
¡Ya me diréis cómo os ha salido! La que he hecho yo está muy muy rica, tiene un punto ácido pero muy buena y con el jamón quedará genial.
De segundo hoy tomaremos chuletitas de cerdo y espinacas rehogadas.
¿Cómo hacer unas ricas espinacas? El truco está en el majado que se hace para aliñarlas.
Para el majado:
- 1 rebanada de pan blanco
- 3 dientes de ajo
- Pimentón
- Sal
- Cominos
- Aceite
- Vinagre
- Agua
Freímos la rebanada de pan y los ajos con aceite de oliva bien caliente. La sacamos e introducimos en un plato hondo con agua y un buen chorreón de vinagre. Cuando haya esponjado, batimos la rebanada sin escurrir el agua, los dientes de ajo, el pimentón y el comino con un chorreón de aceite y otro de vinagre. Se quedará como un puré más bien líquido que añadiremos a las espinacas una vez cocidas. Removemos bien, calentamos y servimos.
¡FELIZ LUNES!
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