3.4.12

Quiche de calabacines y bacon

El post de hoy rompe con los anteriores. Hemos cocido, hemos frito y hoy ¡vamos a hornear! El horno es básico para cualquier cocina y es básico para una comida sana y natural. Cocinar los alimentos en el horno ayuda a la conservación de las propiedades de los mismos; además de que es una forma muy sencilla y limpia de cocinar.

 El 70% de los platos que preparo están hechos al horno. Me encanta cualquier tipo de pescado, un buen roast beef y, por qué no, unos deliciosos y esponjosos muffins o algún cake para alegrar una merienda. Además lis resultados son tan agradecidos, que me encanta <3 <3

El plato de hoy se me ha ocurrido en el supermercado, cuando repasaba de cabeza los alimentos de mi nevera. Es gracioso, Mr. P (mi novio) y yo tenemos la broma de que cuando la nevera esta vacía, solo le falta a los ratones montar un "tablao" flamenco y ponerse a bailar en ella. Pues bien, según nuestra broma, el estado de mi nevera antes de las 15:00h era la bienal de flamenco ratonera.

De cualquier modo, ocurre lo de siempre: te hartas de comprar cosas y resulta que justo de calabacines (que has comprado 2 kg) tenías otro kilo reservado en el cajón. ¿ Qué hacer en estas ocasiones? Rienda suelta a la imaginación! Piensa Teresa, piensa... ¿Una crema? Demasiado recurrente...¿Soldaditos de calabacín al horno? Too diet...¿Quiche...? Se hace el silencio. ¿Por qué no? Dice mi alter ego zampón. Al fin y al cabo, mi versión de la quiche es más light que cualquier otra...

¡No se hable más! Y me he puesto manos a la obra a las 22:15 de la noche; para esto tienen que gustarte dos cosas: la quiche y, sobre todo, cocinar.

 Para hacer Tere's version quiche hay que saber simultánear tareas; de este modo se hace visiblemente más llevadero el proceso de elaboración. Aunque si os soy sincera, por mucha simultaneidad, he acabado y ni siquiera la he probado; me he ido flotando hacia la cama. Estos días maratonianos de 7:00 a 00:00 son la bomba: acaban con cualquiera.



 A lo que vamos; varias tareas:


  •  Por un lado,cortar dos cebollas y picar en trozos menudos, que no minúsculos; va en función del gusto de cada uno, pero prefiero toparme con trozos de los ingredientes al comer la quiche. Pese a todo, siempre con mesura por favor. Si los cortas grandes siempre puedes rectificar, en este caso.
  • Por otro vas poniendo una cazuela con medio dedo de aceite de oliva a fuego medio. Una vez que has terminado de picar la cebolla y la has vertido en la cazuela, cortas 1 kg (5 unidades aprox.) de calabacines. Deben cortárse con piel y finos: del grosor de una moneda de dos euros aproximadamente. 
  •  Cuando has añadido el calabacín a la cazuela con la cebolla(que habrá adquirido un aspecto transparente) preparas el molde donde hornearemos nuestra quiche. Y lo haces de la siguiente manera: engrasas con aceite el molde y colocas la masa fina de hojaldre en él. Deberás calentarla sola unos diez minutos en el horno. Para que no se hinche, esparce unos garbanzos sobre la masa e introdúcela en el horno 10 minutos a 180 grados. 
  •  Mientras la masa se va haciendo, añades al calabacín con cebolla, 200 gr. de tiras de bacon.
  • Cuando se haya hecho, sacas todos lo ingredientes y los dejas escurrir. 
{8 horas más tarde...} -me quedé frita, sí- Esto de cocinar tan tarde y después escribir el correspondiente post...Tiene miga.
  • A continuación, retiras la masa fina del horno y quitas los garbanzos q que habíamos añadido para hacer peso. La masa debe haber cogido un tono dorado claro. Si has puesto muchos garbanzos, debes comprobar que se haya hecho la masa por la parte del fondo, puesto que si has tapado demasiada superficie, puede quedarse cruda. 
  • Sácala del horno y deja que se enfríe. En un bol, mezcla un brick de nata líquida para cocinar (200 gr.), dos huevos y queso rallado. El queso puede ser de sobre. Yo hice una mezcla buenísima: rallé queso semi curado de oveja, enmental y un poco de roquefort. Los dos últimos le han dado a la quiche un punto delicioso. Bates todos los ingredientes y quedará una mezcla de un tono amarillo natilla que añadiremos al final. 
  •  Cuando los calabacines, la cebolla y el bacon hayan escurrido, cogeremos la espumadera y lo colocaremos en el molde, encima de la masa fina. Hay que aplastar un poco los ingredientes para que la quiche tenga consistencia. 
  • Una vez incorporados, verteremos la mezcla de nata, queso y huevo por encima. Metemos en el horno (que mantendremos encendido a 180 grados) y lo dejaremos de 20 a 30 minutos. 
Cuando veáis que se va tostando por encima, lo podéis retirar. Si no queréis que se tueste demasiado ponedle papel de aluminio por encima. Yo lo dejé 30 mins. y se quedó dorada por fuera y un poco crudita por dentro. A mí me encanta así.

 Listo! Es fácil de hacer, pero algo quisquilloso. Cortar los ingredientes quizás sea lo que necesita más precisión. El resultado es una tarta salada perfecta para cualquier reunión. Esta vez  me la quedo en casa. Me encanta tomarla de cena, es un plato muy ligero; ¿Un buen acompañamiento? Un rica taza de té o infusión relajante y aderezarla cono crème fraîche.



Bon appetit!

{Be aware}

- Comprueba que se hace la masa fina por el fondo (¡no la cubras demasiado con los garbanzos!)
- Aplasta los ingredientes antes de verter la nata para que quede compacta.
- Puedes poner papel de aluminio si la prefieres más hecha.

{Some tips}

- Puedes sustituir el calabacín y el bacon por espinacas y champiñones. ¡Rienda suelta!
- Combínala con crème fraiche
- ¿Por qué no en cualquier merienda? Es salada pero combina perfectamente con té o café.